El tiempo y tú.

La juventud y la vejez no existen claro si tu calculas tu vida no por el número de años que has vivido sino por la fe que alientas en tu corazón y la esperanza que llevas en tu pecho, no se es joven ni se es viejo por los años que transcurren, no!

Si no por los ideales que se sustenta la vida no se hizo para ser distribuida en minutos en días en meses o en años.

La vida se hizo sin edad, las preocupaciones de la edad son un problema del calendario. Serás joven óyelo bien mientras la alegría y el optimismo alienten tu pensamiento y prendan en tu corazón, mientras la fe no te abandone y sientas deseos de vivir y ser útil, mas sin embargo serás viejo cuando hayas perdido las esperanzas y el caudal de tu entusiasmo y tu espíritu de luchar se hayan agotado dentro de tu corazón, alguien ha dicho con un gran conocimiento de causa; “eres tan joven como tu fe y tan viejo como tú duda“.

Así que rechaza las preocupaciones de los años y ajusta tu vida la realidad de tus pensamientos.

La vida como todo lo creado por Dios es eterna, la juventud y la vejez son cosas pasajeras, mientras aquello que nosotros llamamos juventud y vejez se acaban, la vida, la verdadera vida continúa su existencia, así que no le hagas caso a los años déjalos pasar indiferentemente más bien fortalece tu fe renueva tus esperanzas y enciende en tu pecho la llama del amor y olvídate de los años.

No hagas de tu edad en el caso que hayas cruzado la línea divisoria de lo que llaman la juventud y la vejez la tumba de tus ilusiones, recuerda la cuestión de la juventud y de la vejez no es un problema del tiempo sí no del espíritu!

El espíritu realza el ser!

Por eso sigue luchando por tus sueños, sigue corriendo tras tus metas, que no se canse ni desfallezca tu alma porque Dios es verdadero.

Y recuerda que el espíritu que llevas dentro es el soplo de vida que Dios mismo te dio!

Dios los bendiga!

José Nora Rodríguez y Angelo Contreras